Gracias de colores

Éstas son algunas de las cosas que nos habéis dicho sobre el proyecto. Estas palabras son la red que sostiene Luto en Colores y que le da sentido a esto. Así que nuestro más profundo agradecimiento a quienes recibís con tanto cariño a este Luto en Colores que se va tejiendo entre muchos corazones.

 

«Hay tanto trabajo que hacer con el tema de la muerte, gracias por abrir esta ventana, hace mucha falta». F.B

«Me siento muy identificada con muchas cosas y eso ayuda a no sentirse un bicho raro y a coger más fuerza. Y me parece muy importante que se haga público y se rompa el tabú del luto por suicidio». C.S.

«Gracias por vuestro trabajo. Tenía verdadera necesidad de que esto surgiera, puede ayudar a mucha gente». S.M

«Hace falta desde hace mucho tiempo un proyecto así. A mí me hubiese servido de mucho. No obstante, me servirá, si ayuda a alguien. Un abrazo. Genial. Enhorabuena. Fuerza». E.L

«Imprescindible hablar para curarnos. Sin desperdicio». M.A.

«Me parece fantástico, hay que ver la muerte como algo natural. Hay que abrir muchas mentes». G.L.

«Excelente entrega… gran aporte para entender el ego en la pérdida y la aceptación más allá del sufrimiento». A.J.

«Me acabo de leer el texto inicial y sinceramente tengo que agradecerlo. No porque esté exactamente en la misma situación, ya que no es así, sino porque al leerlo me ha recordado cosas importantes, como entender que el respeto por las decisiones de los demás es imprescindible, que por injusto que nos parezca tal y como vive la vida cada una, es un universo a parte, en el que podemos ser asteroides amistosos pero no el epicentro de sus sistemas solares ni de sus decisiones vitales. Simplemente daros las gracias por hablar abiertamente de ello, es importante y muy necesario». L. V. 

«Acabo de conocer el proyecto luto en colores. No sé qué decir… he sentido tan mío lo que he leído… Acabo de entrar en el «equipo» de los que se quedan después del suicidio. Aunque ahora mismo estoy en una marabunta de sentimientos y pensamientos (la cabeza no deja de dar vueltas), me gustaría llegar al punto al que has llegado tú. Quedarme con la persona que amé y me amó, que vivió, que fue feliz y que me dio lo más bonito que ahora tengo, que es mi hija. Y me gustaría hacerlo bien, para que la muerte y el suicidio de su padre no sea para mi niña un trauma que no le permita vivir. Lo echará de menos, pero espero poder trasmitirle lo que ahora tú trasmites sobre tu hermana. Sé que aún tengo muchas cosas que vivir y procesar hasta poder tener paz. Pero mientras tanto agradezco leer textos como el tuyo, que dan un poquito de luz, y sobre todo indican un camino que a veces no es fácil de encontrar cuando una está en esta situación. No quiero estancarme en la tristeza, en el drama ni en la imagen de «pobrecita», tampoco quiero que mi hija se quede ahí. Quiero vivir, con mi cicatriz y con su recuerdo, y aunque tengo que recorrer aún un camino para llegar ahí, estas iniciativas ayudan y mucho. Gracias por compartir tu vivencia». M.I.

«Quiero agradeceros inmensamente vuestro trabajo, se necesita como el comer eliminar el estigma del suicidio». S.L